Muñecos de peluche, el mejor amigo para un desarrollo saludable de tu bebé

Los vínculos familiares se fortalecen con herramientas. Para que los niños tengan un desarrollo saludable física y emocionalmente, es necesario contar con elementos que fomenten la creatividad e imaginación en los menores.

Uno de estos instrumentos son los muñecos que acompañan a los infantes en su crecimiento, como los peluches o cobijas suaves que constantemente vemos junto a los menores.

“Un muñeco de peluche te acompaña en las diferentes etapas de tu vida, pues es uno de los primeros compañeros de un bebé. Los estudios demuestran que los ayuda en su desarrollo, ya que generan afecto hacia él y crean una relación muy estrecha; pasando de ser un estimulador del desarrollo a un amigo con quien platican, juegan e imaginan aventuras”, comenta Adrián Romero, Director de Marketing para México y Latinoamérica de Crayola.

Claudia Sotelo, psicoanalista con más de 15 años de experiencia en terapia en infantes, comenta que desde lactantes se desarrollan los vínculos afectivos y el primero, generalmente, se da con su madre.

“Para ellos mamá es todo, es quien les proporciona seguridad y contención. Un bebé empieza a desarrollar todas estas emociones o experiencias sensoriales, que tienen que ver con los sentidos, y comienzan a reconocer a su madre por medio de la sensaciones: de cómo se siente acariciarla y a qué huele. Los especialistas decimos que esta serie de cuidados, ternura y amor, los pequeños la desplazan hacia otros objetos que la representan”.

Con ello, el pequeño recuerda las sensaciones maternas a través de sus juguetes. Este es el momento en el que cargan de afecto al objeto que se vuelve su compañero, en el que si no está su progenitora, tienen un pedacito de ella; ya que “se convierten en el representante de suavidad y cariño de su mamá”.

¿El muñeco está sucio?

Otro de los puntos importantes para los padres es la higiene, ya que cuando se percatan de que su juguete está sucio piensan en lavarlo -es lo obvio-, sin embargo, puede provocar tristeza en los pequeños dueños.

“Para el niño lavar a su peluche es como si le quitaran todo lo que le ha costado ponerle y, en ese sentido, si ya es tiempo de sanitizarlo se puede intentar una mecánica divertida e invitar al menor a hacer del baño una actividad y un juego familiar. A veces como mamá es más importante que esté limpio y el niño se queda pensando en todo lo que se fue con la lavada, como los olores que le recuerdan la confianza y seguridad.

Herramienta contra el maltrato

Los niños van a representar en el juego todo lo que viven en el mundo real. La especialista explica la forma en el que un juguete puede avisarnos de situaciones negativas que puedan experimentar, como violencia o bullying.

“Si tu observas cómo juega un niño a la escuelita, va a imitar como habla la maestra y seguramente podrás darte cuenta del tipo de relación que va creando con los alumnos. Además, te ayuda a conocer los afectos del niño y te alerta de los peligros a los que se ven expuestos”.

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